viernes, 6 de junio de 2014

Día menos treinta y ocho.

Todo es efímero. La impermanencia domina el universo incluyendolo en su movimiento o el universo incluye en cada uno de los átomos que lo forman, la impermanencia. Si pudiera asumir esto, quizás el desapego ya no tendría sentido. 
Observo desde mi punto de vista las vidas que me rodean, lo cual es mas fácil que analizar la mía propia y utilizo la información para aprender sobre mi. Si nos aferramos a un estado de bienestar, sabiendo que la impermanencia hará acto de presencia en algún momento, podemos asegurar que el resultado de la ecuación es dolor.

Cuando me siento bien intento disfrutarlo y cuando me siento mal aprovecho para meditar. Pero ultimamente sea cual sea el estado, recuerdo que "también esto pasará". Jorge Bucay

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