lunes, 15 de julio de 2013

Día cuarenta y tres

Y después de tanto avanzar en este camino hacia la libertad, el decrecimiento y hacia una nueva forma de vida, me di cuenta que no observé bien el lugar de partida. ¿Y si me equivoqué? ¿y si la otra vida no es tan mala?

Vuelvo la vista atrás y retrocedo hasta el punto cero para fijarme bien de donde salí. Se me ha derrumbado el castillo de naipes sin motivo aparente. Debo reconstruirlo y esta vez lo haré con piedras del río para que una vez terminado no se derrumbe jamas.

Gracias Falak por haber empujado la puerta bloqueada hacia mi interior.


  

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