martes, 20 de noviembre de 2012

Día treinta y tres


Al igual que la luz del sol en días nublados, me inundan reflejos de claridad mental y emocional los cuales se desvanecen rápidamente, quizás eran espejismos o quizás aparezcan por otro motivo.
En estos tiempos tan confusos, la niebla habita a mí alrededor y me permite ver solo a unos metros delante de mí. Cada día que pasa me alejo de la sensación de paz, truncada por pensamientos confusos……y eso me pre-ocupa.

Solo hay algo que me reconforta en todo esto: el momento más oscuro de la noche mas cerrada, es justo el instante antes del amanecer.

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